El proyecto contempla la implantación de un nuevo centro residencial para personas mayores en la calle Intxaurrondo nº 38 de Donostia–San Sebastián, en una parcela situada entre la propia calle Intxaurrondo y el Paseo de Txaparrene, en un entorno urbano consolidado y bien comunicado. La actuación se desarrolla sobre un ámbito con una marcada pendiente topográfica, condicionante que ha sido determinante en la configuración volumétrica y funcional del edificio.

La intervención propone la construcción de un edificio de uso residencial asistencial, diseñado conforme a los criterios establecidos por la normativa urbanística municipal y la regulación específica de centros residenciales para personas mayores en la Comunidad Autónoma del País Vasco. El nuevo equipamiento alberga un total de 49 plazas, organizadas en unidades de convivencia distribuidas en tres plantas sobre rasante, garantizando un alto porcentaje de habitaciones individuales y priorizando la calidad espacial, la accesibilidad universal y el confort de las personas usuarias.

El edificio se articula en dos plantas bajo rasante destinadas a aparcamiento, instalaciones y servicios generales, y tres plantas superiores que concentran las áreas residenciales y espacios comunes. La organización funcional diferencia claramente los recorridos públicos, privados y de servicio, optimizando la operatividad del centro y reforzando la seguridad y el control de accesos. Todos los espacios habitables disponen de iluminación natural y ventilación natural, y se han diseñado amplias zonas de estancia y relación, tanto interiores como exteriores.

Desde el punto de vista formal, el proyecto plantea un volumen unitario adaptado a la topografía, con una implantación paralela al eje longitudinal de la parcela. La envolvente del edificio se resuelve mediante fachada ventilada y materiales de acabado durables y de bajo mantenimiento, combinados con un ritmo regular de huecos que responde al programa funcional interior. La cubierta plana integra las instalaciones técnicas, incluyendo sistemas de generación energética, preservando su impacto visual.

El conjunto se completa con jardines y espacios exteriores orientados al sur, concebidos como áreas de paseo y esparcimiento, reforzando la relación del edificio con su entorno y contribuyendo al bienestar de las personas residentes. El proyecto apuesta así por un modelo de residencia contemporánea, funcional y plenamente integrada en el tejido urbano de Intxaurrondo.